Metro de Madrid es en sí misma una institución dentro de Madrid, ahora y desde hace más de 100 años. Sin embargo, hay un esfuerzo enorme detrás por adaptarse y mejorar día a día ante los cambios del mundo, con el único objetivo de ofrecer un servicio público de calidad, moderno y cada vez más inclusivo y sostenible. El tema es… ¿esto la gente lo sabe y lo valora como debe?

Desde Metro de Madrid necesitaban una campaña que no solo comunicara todos aquellos aspectos y mejoras técnicas que ofrece (y ofrecerá) Metro de Madrid, sino que elevara la imagen de marca en los usuarios, posicionándolo como un referente de la movilidad de ese futuro. La cosa es que años tras año hacían spots comunicando estas características y necesitaban darle una vuelta no al qué (que es lo importante) sino al cómo.

100% eléctrico, autonomía de 249 km, puertas automáticas, climatización integrada, conducción autónoma, cargadores móviles… Podría ser una campaña de un nuevo coche deportivo de alta gama; ese que va cortando el viento por carreteras rurales, espacios arquitectónicos modernos o en medio de una ciudad (no sabemos por qué) siempre desierta. Porque… ¿te gusta conduc…ir en metro? Pues ahí tienes el insight central de la campaña.

Cuando empezamos a decir en alto todas las características que tenía Metro, nuestro Dire. Creativo dijo: ¡Parece el típico anuncio de coches! Qué listo el tío, acababa de dar con la campaña: una estrategia creativa basada en capitalizar los recursos visuales, verbales y sonoros del imaginario de la publicidad automovilística, esos códigos de las fashion films de la automoción (ahora eléctrica, como el metro) que enumeran, elevando su percepción, todas sus ‘prestaciones’. De esta manera, no sólo cumplíamos el objetivo informativo, sino que posicionábamos a Metro de Madrid como un transporte moderno, al nivel de cualquier automóvil eléctrico de alta gama… pero mejor, ¡porque lleva siéndolo desde 1919!